Historia
Nuestro objetivo es que cada estudiante egresado del Hrvatska Skola San Esteban, esté preparado no solo para ser exitoso en su vida universitaria y profesional, sin también para perseguir su propósito y sentido de vida, siendo un aporte positivo en su entorno cercano y en la sociedad, valorando la colaboración como una pieza clave para alcanzar su bienestar y plenitud.
Era el año 1916, cuando el entonces Colegio particular N°2 Yugoslavo, hoy Hrvatska Skola San Esteban, surgió a la vida educacional de Antofagasta ocupando una pequeña edificación en el centro de la ciudad, contando con una matrícula levemente superior a cien alumnos, los que se distribuían en cursos de 1° a 6° básico.
Con el transcurrir del tiempo, los objetivos del Colegio se fueron fortaleciendo en el espíritu y en el intelecto de sus estudiantes, en la medida que sus profesores y funcionarios fueron concretando los quehaceres de sus compromisos institucionales.
Con ese espíritu, se fue consolidando una tradición que a través de los años se perpetuó en el recuerdo y en los logros de muchas generaciones, hasta llegar al año 1971, en que se marcó un hito importante de su historial con el primer egreso de estudiantes de octavo año básico, formados en ideales y en un amor por el saber.
El año 1987, comenzó la obra material del nuevo edificio del Colegio con la construcción de numerosas edificaciones en su local de calle Prat, esto permitió crear en 1988 el Primer Año Medio, con lo cual se daba inicio a este nuevo ciclo orientado a completar paulatinamente la Enseñanza Media, proceso que marcaría un nuevo hito, el año el año 1991 con la primera promoción de estudiantes de Cuarto Año Medio y una matrícula acreditada de 1250 estudiantes.
Atendiendo a diversos requerimientos de su tiempo, el Colegio pasó a llamarse Yugoslavensca Skola y, posteriormente, por los imperativos históricos que surgieron en las comunidades eslavas, adquirió, prontamente, el nombre de Hrvatska Skola San Esteban, denominación que mantiene hasta la actualidad.
El año 2006 en una ceremonia de gran emotividad, la comunidad Hrvatskina cerró las puertas del querido Colegio de la calle Prat, para iniciar una nueva etapa a partir del año 2007 en el nuevo y moderno edificio que actualmente ocupa en calle 14 de febrero, ofreciendo, de esta manera, a la comunidad antofagastina, una moderna infraestructura para seguir sirviendo a la educación de acuerdo con los elevados estándares que apuntan a la formación de excelencia académica e integralidad.
En el transcurrir de los años, el Colegio ha contribuido a la sociedad chilena con profesionales destacados, nacidos en esta querida casa de estudios, testimonios concretos que en mérito a sus logros académicos, han llevado a esta comunidad educativa a ubicarse entre los 100 mejores establecimientos de Chile entre los años 2005 y 2013, mérito indiscutible que se sustenta en una comunidad que ha sabido definir caminos y propósitos, pero que ha demostrado también, tener las fortalezas para concretarlas y mantenerlas siempre vigentes.
Nuestra institución, además de trabajar con los lineamientos del Ministerio de Educación, se propuso un accionar permanente de mejora continua, para ello se suscribió a las “Normas ISO 9001 – 2015”, cumpliendo durante 14 años, todas las certificaciones exigibles, lo que le ha permitido ser parte de los pocos colegios del país que cuentan con esta certificación, que en sus postulados abarca el proceso de enseñanza aprendizaje de los niveles de pre básica, enseñanza básica y media.
En la búsqueda del crecimiento continuo, la unidad educativa incorporó el año 2014, la educación positiva como un nuevo pilar colegial, orientado en un proceso de alfabetización y capacitación, para construir y desarrollar en nuestros estudiantes, nuevas herramientas en la construcción de su proyecto de vida con sentido y propósito.
Conformamos una comunidad educativa activa donde sus integrantes trabajan de forma colaborativa, donde todos cumplimos un rol preponderante, un equipo directivo empeñado en cumplir con éxito la tarea educativa, profesores que con una mirada de futuro buscan trascender a través de sus alumnos, estudiantes esperanzados en su proyecto vocacional y de vida, apoderados comprometidos que acompañan este proceso.
Así, vamos avanzando con el fin de contribuir a una mejor sociedad.