Como ya es tradición en nuestro colegio y parte de las actividades de Semana Santa, el departamento de Pastoral celebró la Misa de Última Cena con un hijo muy importante: el Lavado de Pies.
En esta oportunidad y por primera vez en la historia del colegio, se reunieron algunos estudiantes del grupo de Catequesis Familiar para que representaran a los apóstoles y se realizara el Lavado de Pies, tal como lo hizo Jesús a sus apóstoles como símbolo de humildad, servicio y amor.
«La familia de la Catequesis siempre está presente en acompañar a sus hijos y una de las cosas que valoro y rescato es la disponibilidad de los niños y las niñas para poder hacer esta imagen de discípulos y discípulas en esta eucaristía y sobre todo la importancia de que las familias se hagan parte de los procesos no educativos simplemente, que es fundamental, sino que también del proceso de la fe que ellos tienen. Así que muy contento con lo que hemos ido celebrando, la bendición de los ramos, la última cena y con la jornada de amor fraterno con los funcionarios», manifestó el Padre Oliver Villarroel, capellán del Colegio.
En esta misma línea, el ccapellán entregó un mensaje para tener en cuenta durante este fin de Semana Santo. «Que estos días, como lo dice la palabra, sean santos, que lo disfrutemos en un clima de mucho recogimiento recordar la importancia que cada día nos revela un hito importante de Jesus y sobre todo que le demos un espacio a él en nuestro hogar, no solo aquí en el colegio, sino que también en cada hogar de las familias de este colegio, le dediquen un espacio de oración a él, porque él no solamente se hace presente en momentos tristes, sino que también en los momentos bonitos de nuestra vida, así que a darle un espacio a él y la vida siempre va a ser mucho mejor», concluyó el Padre Oliver.