Como bien sabemos, estas cualidades y actitudes nos acompañan en nuestro día a día. Se van desarrollando de la mano con la experiencia y es que a través de las situaciones que vivimos diariamente vamos amoldando nuestra capacidad de tolerancia, respeto y paciencia.
Es importante que desde pequeños comencemos a aprender y desarrollar estas actitudes ya que, una vez que seamos grandes se nos hará mucho más difícil la convivencia y relación con nuestro entorno y con nosotros mismos.
La tolerancia es el respeto a las ideas, a las opiniones, a las creencias, a las costumbres, etc. Si hay algo que es claro, es que somos todos diferentes y la sociedad es diversa, los niños son capaces de divisar esas diversidades y somos los adultos quienes debemos dar el ejemplo de aceptar y respetar aquello.
¿Cómo fomentar la tolerancia desde la sala de clases y desde nuestros hogares?
Los profesores deben ser tolerante para promover la tolerancia. “Padres, profesores y sociedad somos el espejo donde los niños se miran”. En la sala de clases, nuestro ejemplo será clave. Se pueden crear diferentes juegos, dinámicas y ejercicios que servirán para favorecer el desarrollo de la tolerancia entre nuestros alumnos, es unaspecto que se puede trabajar desde cualquier asignatura y se debe de adaptar a la edad de los alumnos con los que tratemos.
Estos son algunas ideas y ejemplos:
– Presentarles imágenes que representen la diversidad para poder hablar sobre ellas y sobre lo que representan.
– Jugar con imágenes de percepción, para hacerles conscientes de que pueden existir diferentes puntos de vista, y que cada uno es totalmente válido.
– Realizar actividades a partir de cuentos que estén relacionados con la tolerancia.
–Debatir sobre cómo hacer un mundo más tolerante, el debate y el intercambio de opiniones es un muy buen ejercicio.
-Utilizar materiales audiovisuales para fomentar la reflexión y el pensamiento crítico, desde películas o documentales hasta vídeos cortos para posteriormente debatir.
Desde nuestra casa, la familia además de ser un modelo a seguir, puede animar y enseñar a los niños con las siguientes ideas:
– Escuchar a los demás con una mente abierta, tratando de comprender su postura y ponerse en el lugar del otro.
– Respetar las diferentes ideas, por mucho que no coincidan con las suyas.
– Entender que las todas las opiniones son relativas y discutibles y que nadie posee la verdad absoluta.
– Ser capaces de expresar el punto de vista propio sin herir los sentimientos de los demás.
– No burlarse de las diferencias en ninguna circunstancia.
– Aprender a jugar en equipo, con la capacidad perder y ganar con humildad y sin humillaciones.
– Entender y ser consciente de que ser diferente no te hace mejor ni peor que el resto de las personas, cada uno es único y especial.
– Adaptarse a los distintos ritmos y a las diferentes capacidades del resto de compañeros, valorando positivamente sus competencias, habilidades y talentos individuales.
“En fin, la tolerancia es el aceptar y abrazar la diferencia, apreciar la diversidad, el no tener miedo, el respetar a los que no son y a los que no piensan como nosotros, considerándolos como iguales, saber escuchar, ayudar y empatizar. Si somos tolerantes, seremos más cultos, más inteligentes y más humanos, seremos esponjas dispuestas a absorber conocimientos, experiencias y sentimientos de otras personas, siempre abiertos a nuevos aprendizajes. Eso sí, debemos empezar por ser tolerantes con nosotros mismos, de ese modo estaremos preparados para serlo con los demás.” (Ingrid Mosquera Gende)